viernes, 12 de noviembre de 2010

Destinos

Pablo Neruda

De tu destino
dame una bandera,
un terrón, una espátula de fierro,
algo que vuele o pase,
la cintura de una vasija,
el sol de una cebolla:
te lo pido por cuanto no hice nada.
Y antes quiero despedirme, quiero estar
preparado y llegar con tus trabajos
como si fueran míos, a la muerte.
Allí en la aduana me preguntarán
cuántas cosas labré, corté, compuse,
remendé, completé, dejé moviendo
entre las manos hambrientas y mortales
y yo responderé:
esto es lo que hice, esto es lo que hicimos.

Porque sentí que de alguna manera
compartí lo que hacían
mis hermanos o mis enemigos:
y ellos, de tanta nada que saqué
de la nada, de la nada mía,
tomaron algo y les sirvió mi vida.

...........................
De Las manos del día, 1968.

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