domingo, 16 de marzo de 2014

Madrigal melancólico

Manuel Bandeira

Lo que yo adoro en ti
No es tu belleza.
La belleza existe dentro de nosotros.
La belleza es un concepto.
Y la belleza es triste.
No es triste en sí,
Sino por lo que hay en ella de fragilidad e incertidumbre.

Lo que yo adoro en ti
No es tu inteligencia.
No es tu espíritu sutil,
Tan ágil, tan luminoso.
—Ave suelta en el suelo matinal de la montaña.
Ni es tu ciencia
Del corazón de los hombres y de las cosas.

Lo que yo adoro en ti
No es tu gracia musical
Sucesiva y renovada a cada momento,
Gracia aérea como tu propio pensamiento,
Gracia que perturba y satisface.

Lo que yo adoro en ti
No es la madre que ya perdí,
No es la hermana que ya perdí
Ni mi padre.

Lo que yo adoro en tu naturaleza
No es el profundo instinto maternal
En tu flanco abierto como una herida
Ni tu pureza. Ni tu impureza.
Lo que yo adoro en ti —lastímame y consuélame—
Lo que yo adoro en ti es la vida.

....................
De El ritmo disoluto, 1924.

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