Pablo Milanés
Si el poeta eres tú
―como dijo el poeta―,
y el que ha tumbado estrellas en mil noches
de lluvias coloridas eres tú,
¿qué tengo yo que hablarte, Comandante?
Si el que asomó al futuro su perfil
y lo estrenó con voces de fusil
fuiste tú, guerrero para siempre, tiempo eterno,
¿qué puedo yo cantarte, Comandante?
En vano busco en mi guitarra tu dolor
y en mi jardín ya todo es bello, no hay temor,
¿qué puedo yo dejarte, Comandante,
que no sea cambiar mi guitarra por tu suerte,
o negarle una canción al sol,
o morir sin amor?
¿Qué tengo yo que hablarte, Comandante,
si el poeta eres tú?
―como dijo el poeta―,
y el que ha tumbado estrellas en mil noches
de lluvias coloridas eres tú,
¿qué tengo yo que hablarte, Comandante?
..................................
Del disco Años, 1980. Reescribí este post varias veces, la primera de ellas a propósito del momento triste que vive Venezuela. Por esa tristeza recordé esta canción, que a la vez me recuerda mi niñez y la época en que la palabra utopía era sinónimo de poesía, amor y una cosa noble y digna de cantarse. En las varias escrituras que hice intenté, sin éxito, expresar el sentimiento que me causa la ausencia de utopía en buena parte del contenido que encuentro en este mundo virtual. Me referí a los torrentes de palabras, imágenes, modelos y formas que lo bombardean a uno vacíos de ilusión, de idealismo. En fin, cada vez me convenzo más de que son estériles las charlas sobre política, porque cada quien entenderá lo que su fardo de "ideas formadas" le permita. A lo mejor es que vivimos de un modo tan solitario y egoísta que preferimos guardarnos las ideas dentro de nuestras cabezas y por eso no las logramos intercambiar... Ahí les dejo esta música. Ojalá que alguien la disfrute.
Si el poeta eres tú
―como dijo el poeta―,
y el que ha tumbado estrellas en mil noches
de lluvias coloridas eres tú,
¿qué tengo yo que hablarte, Comandante?
Si el que asomó al futuro su perfil
y lo estrenó con voces de fusil
fuiste tú, guerrero para siempre, tiempo eterno,
¿qué puedo yo cantarte, Comandante?
En vano busco en mi guitarra tu dolor
y en mi jardín ya todo es bello, no hay temor,
¿qué puedo yo dejarte, Comandante,
que no sea cambiar mi guitarra por tu suerte,
o negarle una canción al sol,
o morir sin amor?
¿Qué tengo yo que hablarte, Comandante,
si el poeta eres tú?
―como dijo el poeta―,
y el que ha tumbado estrellas en mil noches
de lluvias coloridas eres tú,
¿qué tengo yo que hablarte, Comandante?
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Del disco Años, 1980. Reescribí este post varias veces, la primera de ellas a propósito del momento triste que vive Venezuela. Por esa tristeza recordé esta canción, que a la vez me recuerda mi niñez y la época en que la palabra utopía era sinónimo de poesía, amor y una cosa noble y digna de cantarse. En las varias escrituras que hice intenté, sin éxito, expresar el sentimiento que me causa la ausencia de utopía en buena parte del contenido que encuentro en este mundo virtual. Me referí a los torrentes de palabras, imágenes, modelos y formas que lo bombardean a uno vacíos de ilusión, de idealismo. En fin, cada vez me convenzo más de que son estériles las charlas sobre política, porque cada quien entenderá lo que su fardo de "ideas formadas" le permita. A lo mejor es que vivimos de un modo tan solitario y egoísta que preferimos guardarnos las ideas dentro de nuestras cabezas y por eso no las logramos intercambiar... Ahí les dejo esta música. Ojalá que alguien la disfrute.
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