jueves, 12 de enero de 2012

La guerra por los recursos (primera parte)

Entrevista con el periodista Pepe Escobar

Lars Schall

Mientras se intensifica la competencia por el petróleo, el agua y otros recursos, la relación entre las potencias globales se desplaza y origina el trasfondo para una cadena de conflictos de Irak a Libia. El periodista nacido en Brasil Pepe Escobar, uno de los analistas más perspicaces de estas tendencias es entrevistado por el alemán Lars Schall.

Señor Escobar, en vista de su experiencia en ese terreno, ¿qué destacaría del malentendido crucial existente en el público en general en relación con la denominada Guerra contra el terror?

Pepe Escobar: Se trata de una cobertura para un “Choque de civilizaciones” y una guerra fría encubierta que posiblemente se convierta en una guerra caliente entre EEUU y sus dos competidores estratégicos, China y Rusia. No podría lanzarse directamente contra ninguno de esos dos miembros del BRICS (organización de economías emergentes formada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

¿Recuerda que antes de la Guerra contra el terror y después de la caída del Muro de Berlín los estadounidenses trataban de descubrir quién sería su próximo enemigo? Antes eran la Unión Soviética, la Cortina de Hierro y el mal del comunismo. Después de que el mal fue derrotado por la realpolitik, ¿quién sería el próximo?

Primero pensaron en China, pero dijeron "no, no podemos enfrentar a China, es una gran potencia, tiene armas nucleares". Lo mismo se aplicó a Rusia y ahí les iba bien, tenían un títere en el Kremlin, Boris Yeltsin, quien estaba privatizando todo como loco y saqueando los recursos de Rusia en beneficio, hipotéticamente, de corporaciones occidentales. Y entonces llegó (Vladimir) Putin y puso todo cabeza abajo.

Entonces la Guerra contra el terror les vino de perlas, porque el Islam estaba identificado como el enemigo y el 11-S no podía haber sido más conveniente. Lo que ya se había concebido antes contribuyó el elemento Pearl Harbor, que no solo podía influir en el público estadounidense, sino también en la opinión pública mundial. Pero, oculto en la verdadera agenda de la Guerra contra el terror global, eso que el Pentágono llama la guerra prolongada –queriendo decir guerra infinita– está el hecho de que existen dos potencias emergentes que plantean una seria amenaza real para EEUU.

Rusia, básicamente porque posee armas nucleares. Entonces no pensaban en Rusia como importante exportador de petróleo y gas. Fue antes de que Putin reorganizara Gazprom para que se convirtiera en el más importante factor internacional de petróleo y gas. Y China, a la que entonces, hace diez años, los estadounidenses todavía consideraban sumida en problemas; creían que tal vez habría una revuelta campesina, lo que sea, no pensaban que China era la gran competidora. Y ahora, sin embargo, tiene 3,2 millones de millones de dólares en reservas extranjeras y bonos del tesoro de EEUU, etc. (se ríe).

El pretexto perfecto fue el 11-S, pero la guerra por los recursos energéticos en el Golfo Pérsico y Asia Central se intensificó en secreto, y EEUU tenía el plan maestro neoconservador que increíblemente se está implementando ahora: desestabilizar ese “arco de inestabilidad” acuñado por el Pentágono. Va desde el Magreb, por el Norte de África, a través del Medio Oriente y directamente al Asia Central, pasando por el eje Afganistán/ Pakistán –que es la intersección entre el Asia Central y el sur de Asia– hasta la frontera china en Xinjiang.

Con ese objetivo tenían que implementar su estrategia, que finalmente se concibió después del 11-S. Es la llamada doctrina de Dominación de Espectro Completo del Pentágono, algo de lo que nunca podréis leer en la prensa dominante de EEUU ni en la prensa dominante europea. Desde 2002 la Dominación de Espectro Completo es la doctrina oficial del Pentágono. Está intrínsecamente ligada a la Seguridad Nacional de EEUU –tiene que ser la potencia predominante no solo en tierra, en mar y en el aire, sino también en el ciberespacio y en el espacio exterior. Esa es la esencia de la doctrina de la Dominación de Espectro Completo.

Esto se está aplicando ahora después de la Primavera Árabe, y es increíble, porque nadie habla tampoco al respecto. Todos dijeron al principio ¡Uau! Por fin se “despiertan” los árabes, pero ese es un término demasiado duro, ya que significa que los árabes estuvieron durmiendo durante los últimos 100 años, lo que no corresponde a la verdad.

“Primavera” tampoco es realmente la palabra correcta. Yo diría que es un proceso de conciencia realzada de las clases trabajadoras en Túnez, en Egipto, en Bahréin y también en otras partes del Medio Oriente. Y luego vino la contrarrevolución, y este proceso de contrarrevolución conduce directamente a la implementación de más pasos de la doctrina de Dominación de Espectro Completo.

Podemos volver al tema más adelante, pero lo que trato de decir es básicamente que la contrarrevolución, orquestada por EEUU y, especialmente, por la Casa de Saud, "reinstrumentalizó" lo sucedido en Túnez y Egipto. Desencadenaron la contrarrevolución en el Golfo Pérsico, trataron de sobornar a la dictadura militar de Egipto para mantenerla de esa manera, como dictadura militar (ya dieron 4.000 millones de dólares a la junta de Tantawi, y llega más de Arabia Saudí), y mientras tanto EEUU trata de reorganizarse, porque repentinamente se ha dado cuenta que está perdiendo terreno, ¿respecto a quién? A China y Rusia.

Esto en términos de tratos de petróleo y gas entre China y Rusia, entre Turkmenistán y China, entre todos estos protagonistas, y también con Irán. Rusia y China tienen una cooperación muy estrecha con Irán en sus campos de petróleo y gas.

Ante ese escenario los estadounidenses dicen: Bueno, ¿cómo reorganizamos todo este asunto? Desde la forma de ver las cosas del Pentágono la Guerra contra el terror prácticamente ha concluido para todos los propósitos prácticos. Ahora se vuelve a la Dominación de Espectro Completo, hay que controlarlo todo. Esto significa el control del Mar Mediterráneo como lago de la OTAN, que fue lo que implementaron en Libia y ahora tratan de implementar en Siria: controlar el resto de África, enviar tropas a Uganda como hizo (Barack) Obama hace algunas semanas, que es no solo Uganda, sino el corazón de África Central, es Uganda, Sudán del Sur, la República Centroafricana y el Congo, mucho petróleo, muchos minerales, también muchas tierras raras, todas extremadamente preciosas.

Occidente debe estar presente allí y EEUU tiene que ejercer el control, olvidad a China. Esto significa que se pondrá al día el AFRICOM, el Comando Africano ubicado en Stuttgart, Alemania, y que probablemente estará pronto en Bengasi, Libia.

Estuve hablando con gente de la Unión Europea en Bruselas hace algunos días, unos disidentes inteligentes que no están de acuerdo con lo que están haciendo, y me dijeron confidencialmente: “Mira, va a haber una base militar en Libia. Fue el proyecto desde el comienzo”.

No habrá muchos soldados europeos en el terreno, serán turcos, qataríes, de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), esos mercenarios que son entrenados por Blackwater –ahora Xe– en los EAU. Esa gente será parte de esa base y será la base que la OTAN y AFRICOM deseaban en territorio norteafricano.

Para mí la primera respuesta a su pregunta es la siguiente: La Guerra contra el terror fue una diversión que duró más o menos diez años. Ahora, incluso el Pentágono, la CIA, el FBI, la Agencia Nacional de Seguridad, el gobierno de Obama, todos dicen bien fuerte: “Al Qaeda es ineficaz operativamente”, son sus propias palabras.

Prácticamente todos están muertos, aparte de (Aymán) Al Zawahiri y el nuevo sujeto que han nombrado como su comandante militar, pero que ni siquiera puedo recordar su nombre, tienen uno nuevo casi cada semana. Todos están muertos, ya no están en Afganistán, tienen unos pocos entrenadores en las áreas tribales, en los "waziristanes", son ineficaces en el resto del mundo, aunque, por cierto, ahora están en el poder en Trípoli, porque han sido utilizados por Occidente. Esos individuos recibieron entrenamiento en un campo militar al norte de Kabul.

Estuve en ese sitio a principios de 2001 y me dijeron que tenían a numerosos libios. Y sí, esos libios fueron los tipos del Grupo de Combate Libio Islámico, LIFG, y recibieron entrenamiento en ese campo al norte de Kabul, era muy fácil llegar al lugar. Así que ahora están en Libia, el comandante militar de Trípoli, Abdelhakim Belhadj, con sus secuaces. Están muy bien armados, muy bien entrenados, no se irán, y Occidente utilizó a esos yihadistas vinculados a Al Qaeda sin pensarlo dos veces.

¿Diría que Al Qaeda, que ahora es un fantasma y en los “buenos días” era una fuerza real, fue un instrumento útil para la política exterior de EEUU?

Pepe Escobar: ¡Sí, claro que lo fue! Fue la perfecta excusa porque les dio el pretexto para tratar de implementar la Dominación de Espectro Completo dondequiera que podían hacerlo. En Asia Central estuvieron muy activos hasta hace un par de años, durante el gobierno de (George W.) Bush.

Hay que recordar que en esos días (Dick) Cheney solía ir a Asia Central cada dos o tres meses. EEUU trató de llegar a acuerdos directamente con los kazajos, los turkmenos y especialmente con los azeríes, la elite azerí está muy cercana a los republicanos de EEUU. Por eso Dick Cheney iba todo el tiempo.

Y su embajador especial, quien todavía trabaja para el gobierno de Obama, Richard Morningstar, es el enviado petrolero de Washington en Asia Central, conoce bien el área, conoce a todos los actores. Los estadounidenses trataron de presionarlos: “No lleguéis a acuerdos con Rusia, no lleguéis a acuerdos con China, dejad de lado a Irán y poneos de acuerdo con nosotros”. ¿Qué pasa ahora? Hicieron acuerdos con Rusia, hicieron acuerdos con China, no dejaron de lado a Irán y no se pusieron de acuerdo con los estadounidenses. (Se ríe)

Usualmente la gente espera que cuando uno inicia una guerra quiere ganarla. ¿Pero no es el caso en Asia Central, donde un teatro de guerra perpetua tiene ciertas ventajas para el “complejo militar-petrolero” (como lo llamó el economista James K. Galbraith) frente a China y Rusia?

Pepe Escobar: Sí, pero el problema es que no saben con quién están tratando. Olvidan los factores culturales; olvidan que los turkmenos, por ejemplo, son muy independientes y prefieren los negocios con gente que habla su mismo lenguaje, que es el ruso. Si el intermediario (Dmitri) Medvédev va a Ashgabat a hablar con el presidente (Gurbanguly) Berdimuhamedov en ruso, es mucho más fácil llegar a un acuerdo.

O si los chinos van a Ashgabat, dicen: “Ved, construimos todos lo que queráis e incluso construiremos un gasoducto nosotros mismos. Por lo tanto, dadnos un buen precio por vuestro gas y construiremos mañana ese gasoducto de Turkmenistán oriental a China occidental.” Y es exactamente lo que hicieron, el gasoducto se inauguró hace dos años. Y lo mismo se aplica a los africanos: no hay condicionamientos, no hay interferencias en la política interna.

Los estadounidenses trataron de hacerlo por un tiempo, lo intentaron con Uzbekistán y ese sujeto que hierve a su propia gente, Islam Karimov. Tenía un acuerdo muy amplio con el gobierno de Bush, y EEUU tuvo una base militar en Karimabad cerca de la frontera afgana durante los años de Bush que fue muy útil para los estadounidenses, pero después comenzaron a criticar los derechos humanos en Uzbekistán, de modo que ¿qué dijeron los uzbekos? No más base, ¡adiós! Y forman parte de ese gasoducto que va a Turkmenistán a China a través de Uzbekistán. Han cambiado un poco su táctica, pero a fin de cuentas los estadounidenses perdieron su juego.

Ahora los estadounidenses se dieron cuenta de que estaban perdiendo terreno ante Rusia y China en Asia Central, de modo que se reposicionaron en el Golfo Pérsico, en el norte de África y también en el interior de África. Libia será muy útil para nuevas exploraciones de petróleo y gas. Los libios dicen que mantendrán los contratos que tienen con los italianos, existe ese gasoducto que va del norte de Libia a Sicilia, y también los embarques a Italia. Pero los nuevos contratos serán para British Petroleum y los estadounidenses, no para los chinos y los rusos.

Libia fue, es y será lucrativa para las principales corporaciones energéticas occidentales. En Asia Central su única esperanza es Azerbaiyán, porque allí controlan más o menos el negocio energético y, como he dicho, las elites trabajan básicamente como una satrapía de Washington. Pero el problema es que no pueden controlar Turkmenistán. Han estado presionando a Turkmenistán para construir Nabucco, el gasoducto. Nabucco costará una fortuna, cerca de 20.000 millones de euros, nadie sabe de dónde proviene el dinero, especialmente en medio de una crisis europea.

Los turkmenos dicen que pueden suministrar suficiente gas, pero nadie sabe si realmente tienen esa cantidad, porque están intercambiando gas con Irán, están vendiendo mucho a China, y todavía están vendiendo a través del antiguo gasoducto soviético. Nabucco necesitará mucho gas y nadie sabe si Turkmenistán lo tiene. Y los turkmenos todavía dicen: debéis demostrarnos que tenéis la inversión para el gasoducto, que puede construirse en los próximos tres o cuatro años, para que podamos comprometer nuestras reservas de gas para ese gasoducto.

Pero eso significa que, si Turkmenistán no tiene suficiente gas, los europeos tendrán que encontrarlo en otro sitio, y no podrá ser en Azerbaiyán, a menos que gasten más de 22.000 millones de dólares en nueva inversión.

Esto quiere decir que, mientras todos están trabados, los rusos construyeron dos gasoductos: North Stream y South Stream. Putin está ganando la guerra contra Nabucco porque comenzó primero y llegó a tratos con gobiernos, con Gerhard Schröder de Alemania para North Stream y con Silvio Berlusconi de Italia para South Stream. Por eso North y South Stream están ganando contra Nabucco, aunque todavía no saben de dónde provendrá el dinero, no saben si tendrán suficiente gas y no saben dónde encontrar el gas si no es en Turkmenistán o en Azerbaiyán.

Turquía también quiere tener mucho gas, más los aranceles de tránsito. Es un lío total. Todo el tiempo leo esos anuncios oficiales de Nabucco, que está basado en Viena, y más o menos cada mes hay una comunicación oficial: va a funcionar, tenemos los 20.000 millones de euros, estará listo en 2017, comenzaremos el próximo año, pero son cosas que hemos estado oyendo durante los últimos cinco años, si no me equivoco.

Otro problema central es el comercio de opio y heroína en Afganistán. ¿Cuáles son sus observaciones respecto a este problema? ¿Quiénes son los principales actores en ese negocio? ¿No diría que todo el asunto es una vergüenza para Occidente?

Pepe Escobar: Oh, así es. Uno de los principales protagonistas ha sido siempre Ahmed Ali Karzai, hermano de Hamid Karzai. Me encontré con él después del 11-S en Quetta. Siempre vivía en Quetta porque es su base perfecta. Quetta es un sitio fascinante. Diría que es la capital del contrabando de Oriente, y no es poco, porque compite con Hong Kong. En realidad, (Karzai) compite con todos, con los rusos, con la mafia ucraniana.

En Quetta encuentras una mafia del transporte, una mafia de la heroína, y desde Quetta comienzan a diversificarse todas esas redes. Hay una red que pasa por el norte de Pakistán y va a Tayikistán, otra se bifurca en Tayikistán y va hacia Asia Central y de Asia Central a Turquía.

Existen esas redes del opio paquistaníes/afganas, y otra red tayika que se dedica básicamente a refinar. Todos saben que es una red de la CIA, y no sabemos con exactitud qué trayectoria sigue. Probablemente sea una trayectoria de Afganistán vía Uzbekistán para llegar a Turquía, probablemente volando desde Uzbekistán. Cada cual tiene su red.

Que yo sepa, las mafias chinas no tienen una red en Afganistán, pero tal vez pronto la tengan. Y éste es el principal problema para Rusia. Cada vez que se habla con funcionarios rusos sobre cuál es el gran negocio en Afganistán, dicen inmediatamente: “Hay una guerra de la droga contra nosotros, y la fuente es el opio afgano”.

La verdad es que tienen ahora más víctimas en relación con la heroína de las que tuvieron durante los años ochenta con la guerra en Afganistán.

Pepe Escobar: Tiene toda la razón, exactamente. Es uno de los enfoques cruciales de los rusos dentro de la Organización de Cooperación de Shanghái. No se trata solo de mantener las bases estadounidenses fuera de la región, como también quieren los chinos. Se trata de tratar de encontrar una manera de combatir a esas mafias de la droga, del opio. Es un gran problema para Rusia, y también es un gran problema para Irán.

Para Irán, debido a los refugiados afganos. Los refugiados afganos se fueron sobre todo a Irán oriental, por lo tanto, si se va a Mashhad, en Irán oriental, si pasa por los suburbios de Mashhad, es el centro de opio, es el centro del contrabando. Atraviesan Afganistán, cruzan a través de Herat, de Herat hacia Mashhad – ahora con muy buenas carreteras, se tarda un máximo de siete horas– y desde Mashhad distribuyen ese opio por todo Irán. También es un inmenso problema de la droga para Irán, e Irán es miembro observador de la Organización de Cooperación de Shanghái, y una de las principales razones para que se haya unido a la SCO es tratar de organizar un mecanismo regional para librar una verdadera guerra de la droga, porque esos países sufren considerablemente debido a ella.

Si es verdad, procesan heroína en Afganistán, no solo cultivan el opio. Y una pregunta que me hago siempre es: ¿quién suministra los productos químicos involucrados en el proceso de fabricación? Me imagino que los afganos no tienen fábricas para producir cloruro de acetilo, ¿o las tienen?

Pepe Escobar: Honestamente, no puedo responder esta pregunta, pero diría que existe ayuda externa, es verdad. En Afganistán no pueden simplemente procesar. De hecho, las refinerías solían estar en Tayikistán o en Pakistán, en Quetta, por ejemplo, o en Dushanbe en Tayikistán. La gente del valle Panjshir que tiene que ver con el tráfico, todo se concentra en Dushanbe, a 40 minutos del norte de Afganistán en helicóptero – y tiene sus propios helicópteros privados. Por lo tanto diría que sí, que hay ayuda externa, y entonces, claro está, viene la especulación: ¿será ayuda externa occidental? (Se ríe)

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Extracto de la entrevista publicada por Consortiumnews en diciembre de 2011 y por Rebelión.org el 2-1-2012. Traducción editada.

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