sábado, 4 de junio de 2011

Fragmentos

Rafael Cadenas

ESCRIBO
como quien se inclina sobre el cuerpo que ama.
*

Vivos como plumajes quedarán estos espacios.
*

La que encanta las orillas llega sin más escolta que el deseo. Hebra que conduce fuera del pensamiento.
*

¿Quién presagiaba diásporas, cruentas escrituras, tierras de castigo?
*

El mapa se antoja un hombre arrodillado
que crece cuando me quedo solo, miro alrededor
y reabro mi memoria.
*

La noche habla a las puertas.
*

Un canto oscuro estremece la madera.
*

Cerca como mi traje, lejos como un barco después del adiós.
*

Quita tu cuerpo del espejo
y
oblígalo a ser nube.
*

Tus ojos donde se calman las iras del trópico,
tus ojos, habituados a la oscuridad de los follajes,
tus ojos, que saben zarpar hacia el exceso
no resisten
la felicidad.
*

Penetro en el sol manchado de tu mirada. La rosa perdida.
*

Me has dado el paso con que voy al encantamiento.
*

Voluptuosos márgenes persiguen una sombra febril.
*

Vengo a espacios llagados,
y en mi boca se entristece el paraíso.
*

Los ojos inocentes
conquistan territorios perdidos.
*

Crece sobre cicatrices la rosa de un mediodía escondido.
*

Una mujer me busca entre las hojas,
un hombre sale de tu frente a llevarte.
*

El tiempo avienta islas hacia mí, pero he perdido los ases.
En el derrumbre resuenan las aguas.
Una transparencia baña la herida.
*
Me conocí a tu lado en la hierba
como puro olvido.
*

¿Cómo pude volver la espalda?
¿Cómo pude borrar tan firme escritura?
¿Cómo pude seguir, seguir, desunido, ardiendo?

………………
De Una isla, 1958.

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