Armando Rojas Guardia
Si yo fuera capaz de entrar por fin
en esa pulcritud del aire inmóvil
que he llamado silencio en el poema;
si yo fuera capaz de nombrar árbol
como esta tarde el árbol se nombraba
a sí mismo en la quietud del parque;
si yo fuera capaz de parecerme
al objeto real de mi escritura
(al agua misma cuando escribo agua,
al vaso limpio cuando escribo vaso);
y si fuera posible merecerte
cosa que ultrajo en tu mudez precisa,
al hacerte sonar en mi palabra
yo entraría en la luz de lo que digo.
.....................
Publicado en el poemario Yo que supe de la vieja herida, 1985.
Si yo fuera capaz de entrar por fin
en esa pulcritud del aire inmóvil
que he llamado silencio en el poema;
si yo fuera capaz de nombrar árbol
como esta tarde el árbol se nombraba
a sí mismo en la quietud del parque;
si yo fuera capaz de parecerme
al objeto real de mi escritura
(al agua misma cuando escribo agua,
al vaso limpio cuando escribo vaso);
y si fuera posible merecerte
cosa que ultrajo en tu mudez precisa,
al hacerte sonar en mi palabra
yo entraría en la luz de lo que digo.
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Publicado en el poemario Yo que supe de la vieja herida, 1985.
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